El sétimo día de la novena en honor a San Isidro Labrador inició con el desayuno en la casa cural de la Parroquia de San Pedro en Pérez Zeledón, para luego desplazarnos hasta la comunidad de San Jerónimo donde el Obispo fue recibido en la escuela de la comunidad a quienes dirigió unas palabras y regaló la imagen de la Medalla Milagrosa.
Luego se visitaron las instalaciones de Aturena, asociación encargada de vender los paquetes turísticos al Cerro Chirripó, Cerro Ena y otros tours locales; ahí, en un ameno clima de compartir, los presentes contaron al Obispo sus esfuerzos y trabajos, así como experiencias de sus ascensos hasta el punto más alto del país y de las bellezas que ofrece también el Cerro Ena.
Según indicaron los presentes, la comunidad se ha visto fortalecida gracias a los esfuerzos que se realizan desde las distintas asociaciones que se han integrado en la región; ejemplo de ello son la creación en 1991 de la Asociación de Productores cuyo objetivo inicial fue la comercialización de cítricos, capacidad actualmente ampliada a otros productos, así como la creación de Aturena en el 2007 que ha aportado fuentes de empleos para familias de las comunidades mediante distintos frentes como son los gremios de hospederos, guías, transportistas y otros.
Todas estas actividades y esfuerzos, han ayudado a erradicar otras actividades ilícitas y no productivas que se presentaban en la zona, así como luchar por lograr servicios básicos, entre ellos el agua potable, que a pesar de la cantidad y riqueza de las buenas aguas que poseen, aún hay comunidades sin ese vital servicio.
Este encuentro, permitió también al Obispo isidreño conocer algunos emprendimientos locales, como lo son: Cataratas Don Kilo donde se pueden apreciar 14 cataratas en un recorrido de 8 kilómetros; Proyecto Familiar Cerro Sapo que ofrece tours por cafetales y montañas, además de la producción de café y souvenirs; Café Artesanal Chume que procesa su propio producto el cual es ofrecido en distintos lugares de comercialización; La Visual emprendimiento que ofrecen cabañas y posibilidad de camping a 2 mil metros de altura, con servicios de comida y posibilidad de hacer cumbre por senderos pronunciados que permiten la visibilidad de flora y fauna; y La chiripa, emprendimiento que cuenta con cabinas, zona de camping, cañón y belleza natural.
Así mismo, los lugareños con gran orgullo comentaron al prelado la existencia de la brigada juvenil encargada de monitorear aves, así como la brigada de bomberos forestales que vigila y colabora ante posibles siniestros.
Al terminar esta visita, el obispo bendijo todos los proyectos y sus familias, y pidió tener siempre a Dios presente en sus vidas: «no olviden que sin Dios no podemos hacer nada, no olviden a Dios, y no olviden que alrededor hay gente que no tiene para vivir, razón por la cual debemos compartir», precisó.
La Eucaristía en esta oportunidad se celebró en el Centro de Acopio de la Asociación de Productores, ocasión propicia para «dar gracias a Dios por los emprendimientos, trabajos y proyectos que tienen en esta zona de San Jerónimo», comentó el obispo. Y recordó que, para ser cristiano, «la palabra hoy nos pide amar, y esto significa ver al que está al lado mío cómo un hermano mío, hijo de Dios y, si es mi hermano, yo sentiré dolor cuando pasa por alguna necesidad, alegría en sus triunfos y me preocuparé cuando no tiene que comer, cuando sufre, o cuando no tiene techo».
Tras la celebración eucarística, el Obispo bendijo las instalaciones del Centro de Acopio, donde también conoció el proceso de recolección, preparación, empaque y distribución del limón y el banano, como parte de los productos que manejan en este lugar y que comercializan con cadenas de supermercados.
Finalmente, en un ambiente muy coloquial y ameno, junto a vecinos de la comunidad, degustó del almuerzo en el emprendimiento Truchas K y G, lugar donde el Obispo tuvo la oportunidad primero de demostrar sus cualidades para la pesca, momento que también estuvo lleno de alegría y diversión.