Este jueves 12 de mayo, en el sétimo día de la novena en honor a San Isidro Labrador, Mons. Juan Miguel Castro Rojas visitó la comunidad de Boruca, de las regiones más antiguas de nuestro país y desde donde existen muchas raíces de la fe para nuestra Zona Sur; acá, el Obispo visitó, compartió y oró por los artesanos indígenas, pidiendo la intercesión de nuestro santo patrono.
Entre las actividades desarrolladas, Mons. Juan Miguel visitó los talleres de artesanía, donde compartió con Fidelia Rivera Fernández, artesana de la comunidad quien en el año 2012, tuvo la oportunidad de hacerle un obsequio al Sumo Pontífice por medio de Laura Chinchilla, quien fuera presidente de la República; ella, al respecto, comentó: “cuando le hice la estola al Papa, tuve que hacer mi propio dibujo, fue algo muy difícil porque no sabía qué podía hacer que al Papa le guste, le hice una cruz a los lados con animales del bosque, y tengo la tablita original en la casa».
La artesanía, es ejercida por un alto porcentaje de la población, destacan entre sus creaciones, los pitos, tambores y caraccoles, instrumentos típicos que utilizan para la fiesta conocida como Los Diablitos, celebrada en el mes de diciembre”; así mismo, nos comentaron en el Taller Bishacra, el procedimiento para hacer las lanzas, para ello utilizan “la madera de Pejibaye, de ahí es que se elaboran las lanzas, tarea difícil en desarrollar porque deben sacar las espinas”.
Con un 90% de la población artesana, casi todos, de una u otra forma deben involucrarse en esta actividad, Sonia Fernández comenta que, “tenemos un grupo familiar, las mujeres hacemos carteritas, bolsos tejidos y monederos, también pintamos y, los hombres hacen máscaras, tambores y arcos”, indicó. Todo este arte, se vende principalmente en torno a Los Diablitos, el resto del año llegan algunos turistas, razón por la cual deben estar preparados; sin embargo, la mayoría de sus ventas son por encargo.
Visitar esta zona indígena, es motivo también de conocer su cultura; por eso, durante la jornada, contaron a monseñor sobre los tipos de artesanías que se realizan en Boruca, entre las que destacan el tejido en bejuco para confeccionar canastos, el tejido en algodón que es la práctica fuerte realizada por las mujeres, el tallado en madera y el labrado en jícara. También, en el taller de artesanías los lugareños compartieron un pan tradicional llamado sapitos, hechos a base de maíz y coco, además del chocado, bebida espesa a base de banano y leche. Y si de cultura se trata, era necesario el baile, razón por la cual, un grupo de niños realizó el Baile de La Mula, como especial gesto y expresión cultural en este día de fiesta.
Esta visita en torno a la novena a San Isidro, llevó al prelado también hasta la casa de Doña Elieth, quien en medio de su condición de enfermedad que vive, recibió esperanza cuando el mismo Obispo invocó la misericordia de Dios sobre ella, “que Dios me la bendiga y le dé mucha paz y fortaleza, y si es su santa voluntad que tenga una pronta mejoría”, fueron parte de las palabras de consuelo y esperanza que Mons. Juan Miguel compartió.
Posteriormente, el Obispo visitó las instalaciones del Liceo Académico de Boruca con Orientación Tecnológica, donde los profesores y el personal administrativo le manifestaron su preocupación por los estudiantes, y lo difícil que ha sido el regreso posterior a la pandemia, debido a todos los cuadros que presentan los estudiantes a nivel social y educativo; para ellos, la presencia del prelado fue motivo de gran alegría, pues para el cuerpo de profesores es muy importante poder inculcarles los buenos valores y el amor a Dios.
La actividad, se cerró con una Eucaristía celebrada en el templo parroquial de Boruca, dedica a la Inmaculada Concepción, durante la homilía, Mons. Castro, dijo: “oro por ustedes para que tengan un deseo grande de servir entre el Reino de Dios. ¡Qué alegría poner en práctica todo lo que nos pide! Trabajar y desgastarnos por el Reino de Dios, a eso estamos llamados los cristianos. Si no nos consagramos a Dios, sino le servimos y hacemos lo que Él pide, nuestra vida no tiene ningún sentido, por eso debemos pedirle nos llene de gracia y fortaleza. Hay tanto que hacer, y acercar tantas personas a la Iglesia”.
En el contexto de este sétimo día, el prelado recordó la intención de su visita, “agradecer a Dios y bendecir el trabajo y las familias, bendecir la actividad que esta comunidad está realizando, he venido hasta aquí a bendecir los artesanos, se caracteriza esta comunidad por la artesanía, me llamó la atención que el 90% de esta comunidad vive de la artesanía; por eso, les he bendecido en el lugar de trabajo, les he bendecido sus manos para que continúen, sus manos y talleres para que sigan trabajando, le he pedido a Dios sabiduría para ustedes, y que todo ese producto que sale de aquí pueda ser reconocido con un valor inmenso, son obras lindísimas que he admirado profundamente. ¡Que bellas inspiraciones!, sentenció.
Así mismo, con el texto del Evangelio del día, Mons. Castro Rojas, predicó: “la presencia de Jesucristo vivo es fortaleza para todos, en este pasaje Jesús se presenta como un servidor que ha venido a entregarse a los demás, como aquél que se queda para darse y consagrarse a los demás, y éste es el significado del lavatorio de los pies, signo de darse y consagrarse. Estamos llamados a ser servidores de los demás, cuántos dones tenemos, cuántas gracias Dios nos regala, pero todo esto no es para esconderlo ni enriquecerme yo, nos enriquecemos en la medida en que servimos y nos damos por los demás”, finalizó.