El emblemático Chirripó nos regalaría en este 2025 un nuevo ganador de la icónica Carrera 34K, un joven humilde de Jaular en pleno Cerro de la Muerte, sería el protagonista de una nueva hazaña tejida con tenacidad, inteligencia, esfuerzo físico y constancia, como él mismo nos lo dirá. Aquí, en Radio Sinaí 103.9 FM hemos acompañado sus primeros pasos y apariciones en años anteriores; hoy, lo vemos alcanzar una presea que muy pocos ostentan, y que quizá, marca una nueva época de galardones y aplausos.
Marco Antonio Hernández Salazar nació el 14 de mayo del 2004 en el Hospital Dr. Fernando Escalante Pradilla de Pérez Zeledón, oriundo como dijimos de Jaular, procede de una familia campesina que está conformada por sus padres y seis hermanos, 5 hombres y una mujer, como el mismo Emperador nos precisó.
Este humilde y disciplinado joven, poseedor sólo de la primaria en razón de estudios, se dedica con pasión a la agricultura, “recuerdo desde mi infancia que antes de ir a la escuela siempre me levantaba temprano, tenía que ir a cuidar gallinas, vacas y la vida rutinaria al campo, somos una familia que vive de la agricultura completamente”, indicó Hernández Salazar sobre sus raíces más nobles; quien con alegre voz y firme, en medio del mundo líquido de hoy, añadió: “la vida en el campo te enseña mucho, es una vida más tranquila que entorno a la ciudad, pero sí requiere más desgaste físico, es una vida que conlleva un trabajito más duro para salir adelante, hay que trabajar más, pero le enseña a uno mucho a valorar las cosas, a ganarse lo de uno, y entonces uno valora mucho cada cosa”.
Así, Marco conjuga el duro trabajo del campo con su preparación atlética, en una fuerte y pesada jornada que describe de la siguiente manera: “un día normal es levantarse alrededor de las 4 de la mañana, a veces antes, a veces un poquito después, hay que ir a ordeñar, se sale a trabajar y cada día es diferente, cada semana es diferente. Se trabaja hasta las 2 o 3 de la tarde normalmente, y ya se sale a entrenar tipo 4 o 5 de la tarde, a veces no se puede hacer mucho entrenando porque ya coge la oscuridad y como uno vive en una zona rural no se puede entrenar de noche, un domingo se entrena siempre, pero durante la semana una o dos veces en la tarde porque se complica por el trabajo. Normalmente, el entrenamiento es correr, lo que se puede llamar repeticiones en cuesta, cada preparación es diferente pero normalmente se sale a correr una hora, hora y media si se puede en la tarde, ya un domingo si hay que pegarse unas 3 horas y media o cuatro horas corriendo”.
Esta determinación que ha forjado el campo en su vida, hace del Emperador del Chirripó un joven de metas claras y precisas, con seis años de experiencia en carreras de montaña, quizá motivado un poco al ver a su hermano Steven también participar en esta disciplina, pero sobre todo encontrando en él mismo la posibilidad de superar límites y barreras para conquistar con esfuerzo sus propios logros, pudimos percibir en su propia historia el camino recorrido.
“Resulta que cerca de mi pueblo, hacían una carrera, era un 16K de montaña y yo me preparé para ir a correrla, me preparé, pero no tenía idea de lo que estaba haciendo, fui y la corrí, pero me fue mal; yo dije: que cosa más cansada, yo en la vida vuelvo a correr. Días después en Jaular hacían una carrera y yo dije, bueno voy a ir, era más corta, aquí era un 10K; fui, me preparé y resulta que aquí en Jaular el clima es muy pesado y para ese día estaba hasta lloviznando un poco y la carrera salía hacia arriba, yo salí normal, tranquilo, y la gente no está acostumbrada a ese clima, yo iba pasando y pasando corredores hasta el punto de que llegué a terminar la carrera en un cuarto lugar […] ahí fue donde me motivé a seguir corriendo”, recordó emocionado.
Tras aquella hazaña, superando cansancios y temores, Marco Antonio escucha hablar del Chirripó, imposibilitado por aún ser menor de edad para aquellos años, se inscribe en la prueba 12K Chirripó al Límite para el año 2022 y obtiene el primer lugar en dicha competencia; silencioso y aparte de los focos de cámaras, Marco ha ido forjando poco a poco, con paso firme y humildad su propio nombre. Ya con 18 años, la Edición 35 del año 2023 por primera vez el Emperador Maro Antonio corre la 34K portando el dorsal 67 y parando el crono en 3:35:02 siendo merecedor del quinto lugar, tiempo que mejoraría un año más tarde en la Edición 36 del año 2024 cuando hace podio en un tercer lugar con el tiempo oficial de 3:26:18, ocasión en que compitió con el dorsal 37 y había alcanzado un tiempo de ascenso de 2:02:34, como reporta nuestro estadígrafo Minor Romero.
Por su parte, la gloriosa edición del 2025, Marco Antonio la relata así: “antes existía un poco de nerviosismo, pero ya en las últimas ediciones no, soy alguien que maneja bastante bien eso […] la carrera salió, inmediatamente los extranjeros tomaron la punta con una salida muy rápida para mi gusto, Juan (Ramón) intentó pegársele a ellos, pero la salida fue muy fuerte. Yo trepé con Ramón hasta el Límite, ya ahí había alcanzado la segunda posición, y así se fue hasta la Cuesta del Agua entre segunda y tercera posición compartido con Juan Ramón. Luego, en la Cuesta del Agua yo me sentía fuerte y agarré un paso y me desprendí de Juan Ramón, y así me fui hasta llegar a Base Crestones en segundo lugar”.
“Ya venía el descenso y yo veía el colombiano, la gente me decía: va ahí no más; yo me dije: si no empieza a sacar un margen de ventaja yo puedo alcanzarlo; y llegando a Llano Bonito Juan Ramón me alcanzó, pero para abajito de ahí antes del Límite Juan Ramón ya había pasado al colombiano, pero yo lo seguía viendo; yo pasé al colombiano luego, pero Juan Ramón se me fue, y al caer abajo al Portón la gente me decía: 45 segundos abajo va Juan Ramón. Yo dije: me lleva poco Ramón”.
“Cuando pasé por el río me lo encontré totalmente descompensado, venía muy mal, caminando, se tambaleaba, y ahí fue donde terminé pasándolo adelante. Ya la llegada, la gente le ayuda a uno a llegar porque uno se llena y se motiva para terminar de correr porque ya fuerzas no hay; sin embargo, fue una llegada un poco extraña porque la gente esperaba a Juan Ramón y no a mí, yo mismo sentí que la gente sí estaba encendida, pero como rara, por eso mismo”.
Con esta humilde pero sincera descripción de lo vivido, Marco Antonio pasaba a formar parte de un selecto grupo donde sólo 14 personas hasta hoy tienen cabida: los triunfadores del imponente Chirripó, y como precisa la historia registrada por Minor Romero, ellos son: Juan Ramón Fallas Navarro (11 ocasiones), su hermano Juan Luis (5 ocasiones), Francisco Chinchilla y Eduardo Rosello (4 ocasiones), en dos ocasiones los competidores Gilberto Calderón, Gerardo Mora, Juan Carlos Zúñiga, y en una ocasión Faustino Villarevia Ureña (primer ganador), Sergio Zúñiga, Carlos Rodríguez, Royner Villegas, Domingo Sacul (guatemalteco y único extranjero), Abraham Serrano y Marco Antonio Hernández Salazar, el Emperador.
Sobre su conquista, Marco Antonio fiel a su estilo nos dice: “en el momento uno no lo asimila tanto por el cansancio, pero ya llega la gente, los periodistas y preguntan, y ya uno se siente rarillo, ya uno ve que lo logró y que es algo grande, y es que uno se preparó para eso, fueron meses largos de prepararse, no es jugando, y no recuerda todo lo que pasó y sí se sienten ganas de llorar. Es algo que costó mucho y por lo que se luchó mucho, y pues nada más llegó el día, se presentó la oportunidad y se logró algo que se veía muy lejano, pero se luchó mucho y sí se pudo”, indicó en entrevista a Radio Sinaí 103.9 FM.
Finalmente, esta entrevista no podía terminar sin conocer quién es Juan Ramón Fallas Navarro para el Emperador del Chirripó, quien fiel a su estilo sencillo, con pocas palabras, pero certeras, dijo: “lo conocí cuando ni corría, hace bastantes años, siempre él nos ha dado consejos a mí y a mis hermanos, he corrido con él, él me ha enseñado a correr; y nada, simplemente lo admiro mucho, él es Juan Ramón y listo, no hay nada que decir”.
Así, conociendo al conocer un poco más la persona del nuevo monarca del Chirripó, conscientes de su juventud y de su ejemplo, quisimos pedirle un mensaje para la juventud, para aquellos que como él pueden y están llamados a transformar el mundo, a luchar contra esta corriente líquida y efímera que muchas veces algunos círculos proclaman, “luchen por sus sueños, sean disciplinados y constantes, la constancia es la clave, si no hay constancia y compromiso con uno mismo, seriedad, ser aplicados, no hay nada; si hay constancia, lo demás viene, por más rudo que parezca la constancia da resultado a largo plazo, luchen por ese sueño”, precisó Marco Antonio Hernández Salazar, quien detuvo el crono el pasado 22 de febrero en 3: 17:31 alcanzando así el podio en su máximo esplendor, luego de haber hecho cumbre en tan sólo 1:59:55.