Este lunes 15 de mayo la catedral de San Isidro de El General se vistió de fiesta para la celebración de la Santa Eucaristía en honor a San Isidro Labrador, patrono de los agricultores. Fue así como decenas de personas se congregaron en esta hermosa celebración, en la que dieron gracias a Dios por la oportunidad de vivir en un país agrícola, en el que con orgullo podemos decir que consumimos productos frescos, cosechados por nuestros campesinos.
La Eucaristía estuvo presidida por el sacerdote Edgar Orozco Alfaro y concelebrada por ocho presbíteros de la Diócesis, entre ellos el cura párroco de San Isidro, Luis Picado Méndez, quien predicó la homilía. El presbítero inició su plática, recalcando las virtudes que identifican a un agricultor entre las que mencionó que son generosos, personas de fe, siempre agradecidos con Dios; momento que aprovechó para contar una pequeña anécdota personal con su padre ”siempre tengo la imagen de mi papá, nos íbamos a trabajar y de camino se quitaba el sombrerito y empezaba a rezar, esa era su bendición, esa era su oración de camino al trabajo y cuando llegábamos, se persignaba y nos decía ‘ahora sí vamos a trabajar’” contó con nostalgia el sacerdote.
Según indicó el párroco, San Isidro fue un hombre de mucha oración, en el que podemos evidenciar que es posible alcanzar la santidad por medio de nuestros trabajos, siempre y cuando seamos sencillos, respetuosos y honrados. “En medio del trabajo, la oración no es ningún pretexto para trabajar, ni el trabajo es un pretexto para no rezar, sino que une las dos cosas íntimamente. San Isidro trabajaba durísimo día a día y antes de ir al trabajo, tenía el sacrificio hermosísimo de ir a la Santa Eucaristía” mencionó.
Con respecto a la realidad de los agricultores en la actualidad, el padre Picado mencionó que “uno de los mayores problemas que les afecta es que el que cosecha es el que menos gana, inmediatamente cuando está lista la cosecha, llegan los mediadores a comprar para revender y ellos son quienes empiezan a hacer la ganancia” y agregó “duele por ejemplo, ver que hay gente que llegan a comprarle al comerciante y le compran diciéndole que la otra semana llegan a cancelarle y nunca vuelven, y ¿quién le apoya? ¿quién le defiende?” cuestionó.
Por otro lado, el párroco hizo el llamado sobre la realidad en la que vivimos, debido a que en la actualidad las personas luchan por ganar más y trabajar menos, al tiempo que resaltó la difícil situación de muchas familias en las que los padres trabajan demasiado para que sus hijos no pasen por lo que ellos pasaron, ocasionando la vagancia en sus hijos “y entonces el niño crece con la idea que puede exigirle a sus padres… entonces vamos creciendo en esa mentalidad y vamos a encontrar muchos empleados que trabajan simplemente por un salario y nada más” indicó, al tiempo que les aconsejó a los padres “no recarguen a sus hijos, pero sí enséñenles a trabajar, a valorar el trabajo, a cooperar por la casa”.
El padre Luis Picado, finalizó su homilía, invitando a la comunidad de San Isidro Labrador a poner todo su empeño como cristianos en trabajar para Cristo, en trabajar en la Iglesia como legítimos trabajadores en la viña del Señor.
Al concluir la celebración se hizo la tradicional bendición a los boyeros de la comunidad, quienes desfilaron por las calles de la ciudad de Pérez Zeledón con sus bueyes y sus carretas cargadas de niños y cultivos cosechados por ellos mismos.