Tras unos primeros días de reuniones más de carácter administrativo en la Curia Diocesana, la primera semana completa del nuevo obispo Mons. Juan Miguel Castro Rojas, estuvo llena de visitas de carácter fraternal y de encuentros muy humanos, con el sello de la oración y la cercanía, elementos que quiere impregnar en su ministerio apostólico en la Diócesis de San Isidro.
El pasado viernes 28 de enero, Mons. Juan Miguel inició en Parroquia de Catedral, una serie de visitas que lo llevarán por toda la Diócesis; en ella priorizó el encuentro con los sacerdotes y la celebración de la Eucaristía a las 6:00 pm, que contó con la participación de un significativo número de agentes de evangelización. Según criterio del Padre Luis Picado Monge, “el encuentro fue muy fraterno y concluyó con una cena en casa cural”.
El sábado 29 de enero, visitó la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes en Barrio Lourdes de Pérez Zeledón, y tras un diálogo fraterno con los sacerdotes, presidió la Eucaristía con presencia de un buen número de laicos. Durante la homilía, recordó con la Palabra de Dios que, “el Señor nos llama a amar y a ser profetas en medio de nuestro mundo; para ello, debemos ser muy humanos, y preocuparnos unos por otros en la vida parroquial”.
El domingo 30 de enero, fueron los vecinos de Morazán quienes recibieron al Obispo en el Santuario de la Divina Misericordia, preparando las calles con globos, banderas y gran alegría, además de la presencia de miembros del Apostolado de la Divina Misericordia y de los niños de catequesis, quienes entonaron gozosos cantos. Según comentó a Radio Sinaí 103.9 FM, el Padre Froilán Hernández, “la Eucaristía con niños, tuvo la particularidad de que fueran los mismos niños quienes realizaron los distintos servicios litúrgicos; razón por la cual, al final, los niños hicieron una presentación sobre el Buen Pastor, explicando la dimensión de los obispos en la vida de la Iglesia”. La visita concluyó con el almuerzo, compartido con algunos sacerdotes y laicos evangelizadores que desarrollan su misión en el Santuario. Finalmente, el obispo visitó la Casa de la Misericordia, donde saludó y bendijo a las misioneras.
El lunes 31 de enero, Mons. Juan Miguel Castro Rojas sostuvo un encuentro fraterno con la Comunidad de Vida Sacerdotal, grupo de fraternidad conformado por 12 sacerdotes, según comentó el Padre Luis Mena Monge. Tras compartir un café, realizaron un diálogo, donde comentaron desde la experiencia pastoral las inquietudes y sugerencias, así como la experiencia de caminar juntos como sacerdotes. Al final, se celebró la Eucaristía junto a un significativo número de fieles en el templo parroquial de Pejibaye, quienes también se unieron en la celebración.
El martes 1 de febrero, Mons. Juan Miguel Castro Rojas visitó en Guadalupe de Cartago a Mons. Ignacio Trejos Picado, obispo emérito de la Diócesis de San Isidro, quien pastoreó esta Iglesia Particular de 1974 al 2003. Durante el encuentro privado que sostuvieron, donde pudieron compartir experiencias y algunos otros detalles, cabe destacar el gesto de la bendición que recibió Mons. Trejos por parte de su tercer sucesor; según nos comentó Mons. Juan Miguel, «ha sido una visita muy agradable, monseñor es muy carga, excelente».
El miércoles 2 de febrero, en el marco de la fiesta mariana, la parroquia de Santa María de Dota vivió la visita del Obispo, «un día muy provechoso a nivel espiritual y evangelizador, la misma personalidad de Mons. Juan Miguel es de comunión y fraternidad», precisó el Padre Juan Carlos Quirós González, párroco de la localidad. La jornada consistió en un diálogo con el párroco y las religiosas que sirven en la comunidad parroquial; además, durante el desplazamiento sobre la vía interamericana, el obispo tuvo contacto con algunos miembros de las comunidades; y finalmente, se celebró la Eucaristía en el centro parroquial. La visita sirvió para que el obispo, anunciara el nombramiento del Padre Jorge Sancho Arrieta, como nuevo vicario parroquial de Santa María de Dota.
Durante la mañana de este jueves 3 de febrero, Mons. Juan Miguel Castro Rojas visitó la comunidad parroquial de Potrero Grande; la jornada contó con el diálogo fraternal con el sacerdote, característico de estos encuentros, y se celebró la Santa Eucaristía con presencia de fieles, incluso venidos de filiales de la parroquia. La actividad que estuvo marcada por un clima de gozo y alegría, contó con la presencia de los sacerdotes de la Vicaría San Juan Diego, quienes acompañaron el encuentro, que se ubicó en el contexto de la fiesta en honor a la patrona de la comunidad, Nuestra Señora de la Candelaria.
Este viernes 4 de febrero, el evento central para la agenda de Mons. Juan Miguel, fue el encuentro con los seminaristas de nuestra Diócesis en el Centro Vocacional, Casa Santa María. Desde muy temprano, iniciaron con la oración, luego compartieron un momento de escucha, contando la llamada vocacional de cada uno, poniendo así en común experiencias vividas; finalmente, se celebró la Eucaristía y se concluyó con el almuerzo. Según palabras del seminarista Lucas Mateo Alvarado Naranjo, «fue muy agradable y significativo ver que quisiera conocernos y hablar con el grupo de seminaristas previo al inicio del año formativo, se mostró muy cercano y mostró su interés por que seamos buenos seminaristas… Nos invitó a tener confianza…, e insistió en que no tengamos miedo a la santidad”.
Por último, la semana la cerró este sábado 5 de febrero, compartiendo con los religiosos de la Diócesis la XVI Jornada de Vida Consagrada, según nos comentó el Padre Fray Andrés Ortiz Martínez, delegado episcopal para la Vida Consagrada. «Las palabras de monseñor fueron de motivación y alegría para seguir sirviendo, que nuestra vocación sea fiel a Dios que nos ha llamado a este servicio, y nos dijo que viene a acompañarnos, a ser un pastor para con todos nosotros. Sirviendo a Dios hasta que la muerte nos separe», recordó el Padre Fray Andrés. El encuentro, tuvo un momento para presentarse, por medio de los diversos carismas y su misión, manifestando siempre la disponibilidad al servicio evangelizador.