En la mañana fría y lluviosa del pasado sábado 13 de mayo, día que conmemora el centenar de las apariciones de la Virgen en Fátima, Mons. Mario Enrique Quirós Quirós fue ordenado como segundo obispo para la Diócesis de Cartago.
En la sentida y solemne celebración, a la que parece haber faltado asistencia de laicos, pero que fue engalanada por el gran número de sacerdotes y la presencia de todos los obispos de la provincia eclesiástica de Costa Rica, fue la ocasión para vivir este sagrado momento para la Iglesia, cuando un hijo de Cartago recibió la plenitud del Espíritu en el Orden y de esta manera se constituyó en pastor propio de tal rebaño, por mandato del mismo Papa Francisco.
Durante la homilía, que fue pronunciada por el hoy emérito Mons. José Francisco Ulloa Rojas, se dirigió al nuevo obispo con estas palabras: “has sido elegido para participar desde ahora en el ministerio episcopal, para el servicio pastoral de esta Iglesia, con alegría te acogemos nosotros los obispos ya que por la imposición de manos entras en la comunidad de obispos…, por la ordenación recibes la misión de anunciar el evangelio, presidiendo la Iglesia con misericordia entrañable…, por la ordenación entras en la sucesión apostólica para mantener la herencia preciosa de la tradición”.
Con espíritu paternal, el obispo saliente pidió a Mons. Quirós que velara por el rebaño; “cuida del rebaño, por eso lo apacienta…, buscarás a la oveja pérdida, fortalece a las enfermas, así la misión se alimenta del amor apostólico…, gasta tu vida con sencillez y devoción apostólica…, ama con amor de padre a los presbíteros…, a los pobres, a los débiles y a los pecadores…”, precisó Mons. Ulloa.
Seguidamente, con la imposición de manos y la oración, Mons. Mario Quirós fue ordenado, mientras el claro signo de colegialidad se hacía presente, los obispos alrededor del presbítero aclamaron diciendo: “Infunde ahora sobre este tu elegido la fuerza que de ti procede, el espíritu de gobierno que diste a tu amado Hijo Jesucristo, y él, a su vez, comunicó a los santos apóstoles, quienes establecieron la Iglesia como santuario tuyo en cada lugar para gloria y alabanza incesante de tu nombre”.
Finalmente, el nuevo obispo saludó especialmente al Sumo Pontífice por medio del secretario de la Nunciatura, al tiempo que señaló que su primer pensamiento hacia Dios; “Bendito sea Dios Padre de Nuestro Señor Jesucristo, padre de misericordia y Dios de todo consuelo, porque él mismo nos bendice… Ha sido la mano de Dios que me ha traído aquí y no hay otra manera de manifestarlo o expresarlo, ha sido el querer de Dios que me ha traído aquí en medio de ustedes…, por eso gracias sean dadas a nuestro Señor Jesucristo”, precisó con voz pausada Mons. Quirós.
Refiriéndose a su misión como obispo, señaló: “soy compañero de viaje con todos…, la figura de Jesús como pastor llama a una solidaridad con las causas verdaderas de la Diócesis de Cartago, por las cuales hay que seguir trabajando…; llama a ser responsable con la humanidad concreta… con los distintos rostros que piden compromiso…, tarea que humanamente no sería posible sino por la acción del Espíritu… Por eso, nos colocamos con humildad y sencillez bajo la primacía de la gracia, por eso ayúdenme queridos feligreses y hermanos, no me dejen sólo, ayúdenme a reconocer las necesidades y establecer las prioridades pastorales…”, afirmó.
Recordemos que Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, se convirtió en el primer obispo ordenado en Cartago para ésta, su diócesis; esto, porque Mons. Ulloa fue a servir como primer obispo de Cartago habiendo sido ordenado en Limón, donde estuvo también como primer obispo para aquella diócesis, cuando dejó de ser Vicariato Apostólico. También, Mons. Quirós une ciertas raíces a esta tierra del Sur del país, al recordar que su tío el Padre Manuel Quirós, fue el primer párroco que tuvo San Isidro de El General a inicio de la década de los cincuenta, cuando salieron los padres alemanes.