Hablar de la Carrera Internacional de Campo Traviesa al Cerro Chirripó, no se puede hacer sin dedicarle una nota al menos, a Radio Sinaí 103.9 FM, que con sus transmisiones sinigual ha hecho crecer y posicionarse este evento de manera extraordinaria, gracias a ser el único medio que ha sabido llevar el pulso paso tras paso, de cada atleta en su historia de casi 30 años.
Así lo recordó Jorge Araya, quien para los micrófonos de nuestra querida Radio confesó que al inicio no tenía muchas ganas de transmitir, “yo no me animaba, Tony muy rápido empezó con el gusanillo pero yo tenía susto, él sí quería organizar, trabajar y transmitir esta carrera que decía ser muy importante…; mientras yo seguía apático, no me sentía capacitado para subir hasta el Chirripó porque el ascenso es bastante difícil…, pero finalmente, el Padre Coto me convenció”.
Por su parte, el muy conocido Tony Méndez, con una mirada que parece perderse entre los equipos de la actual cabina de Sinaí, empieza a remembrar aquellos años; “nunca olvidaré aquella tarde, una tarde con sol de los monos (como le decimos), una tarde ya avanzado el año 1989, cuando yo me quedé pensando en la carrera que se hacía y pensaba que debíamos de transmitirla, esa tarde se lo comenté a Jorge”, precisó el conocido comunicador generaleño.
Fue así, como Jorge Araya recordó las penurias de las transmisiones heroicas sacadas en plena montaña, transmisiones sin electricidad ni tecnología, transmisiones que sólo la grande de Costa Rica, la poderosa del Sur del país, la chineada de los generaleños ha podido hacer, y no una vez sino durante 28 ediciones. “Tenemos unas anécdotas que siempre las recordamos, las penurias que vivimos en la primera transmisión, aquella que fue tan difícil…, Tony y yo estábamos en Base Crestones, yo partí en la madrugada hacia Monte sin Fe pero algo pasó, y la señal de Tony no llegaba a cabina, aún recuerdo los gritos de Tony, dice que él corría buscando cómo restablecer la señal, pero se hacía difícil”, precisó Araya entre risa y lamento.
Por aquellos años “nosotros no sabíamos cómo era la situación, creíamos que con un boqui toqui y la antena que era muy pequeñita sacaríamos la transmisión; desde Monte sin Fe se podía transmitir hasta la radio perfectamente, pero Tony tenía que transmitir desde Base Crestones, quienes conocen saben que esto está como en una olla, y por eso no teníamos señal, a la radio no llegaba la frecuencia…, y nosotros no teníamos tampoco el conocimiento de que podíamos hacer un enlace. Eso sucedió allá por el año 1990”, acotó Araya.
El conductor del espacio radiofónico Tiempo de Tertulia, señaló sin temor que toda esta hazaña conquistada en plena montaña “ha sido muy dura y difícil, pero desde los inicios, todos los medios de comunicación que llegan se pegan a la transmisión de Radio Sinaí, y en buena hora que hemos servido para eso; ya hoy los tiempos han cambiado, pero siempre todos han tenido que ver con los reportes de transmisión en los diferentes puestos que ha tenido la Radio”.
“Cualquiera que no vivió esa época podría pensar que eso es pan comido, como se dice popularmente; pero no, todavía no lo es, y menos en aquella época, en plena montaña, donde no hay electricidad ni hay condiciones; todavía hoy a pesar de que sean los tiempos modernos, hay que utilizar equipos que muchos dirían son rudimentarios, equipos que no van muy de la mano con la tecnología, pero aún así, seguimos haciendo nuestro heroico trabajo, ocupando baterías, radios de comunicación de dos metros y antenas, para poder sacar una transmisión con la que Radio Sinaí marcó y sigue marcando la pauta”, indicó visiblemente emocionado el señor Tony Méndez.
“Nosotros estamos en vivo en los puntos de información donde se está generando precisamente la noticia de los atletas, y esto, no es que lo hemos hecho por casualidad, quizá por casualidad lo hicimos la primera vez, donde fue un experimento; pero, conforme pasaron los años, nos fuimos preparando con equipos cada vez más acordes a una transmisión sin precedentes”, puntualizó el Señor Araya.
Entre las muchas historias que guardan, el Sr. Tony Méndez recuerda las carreras hacia la cumbre de los Crestones en busca de señal precisamente cuando la premura exigía por el avistamiento del primer atleta, “el corazón se me quería salir, mientras buscaba nuevamente contactar con la cabina”, acotó. Otra historia que los años no borrará, es cuando este comunicador, en busca de saciar su deseo de comprender mejor a los competidores se propone hacer él mismo la edición correspondiente; así, en el año 2008 creyéndose haber preparado convenientemente toma partida entre el grupo de los valientes de acero, pero muy pronto experimentaría en su propia humanidad la pesada cuota que pagan los atletas, y con un tiempo casi vencido llega al punto de devolución con 10 segundos a su favor, no sin antes haber gastado otros cuantos en un nuevo Monte sin Fe, que fundó por necesidad unas cuantas veces, entre los parajes más característicos de la zona.
Entre las anécdotas, Tony recordó también aquellas primeras transmisiones hechas por teléfono público, donde sólo había uno en todo el pueblo, “nos apropiábamos del teléfono de la pulpería y esto provocaba filas de filas, dejábamos a todos incomunicados”; también, entre risas y cierta mofa, no pudieron olvidar las arepas de Jorge Araya, pues en una ocasión llevaron 30 huevos hasta el Chirripó, y aunque lograron la hazaña de que ninguno se quebrara, no corrieron la misma suerte las esperadas arepas, que aún recuerdan con poco agrado, mientras Jorge Araya intenta defender su poco arte culinario con efectos propios de las condiciones del clima.
Volviendo a los temas serios de transmisión, Jorge Araya quiso rescatar el preciado trabajo que por varios años realiza Rolando Monge, quien junto con otros ha de emprender en la madrugada del día antes, el ascenso de este macizo con la delicada tarea de ir colocando antenas y equipos para realizar las debidas pruebas hasta cabina principal, en la paciente búsqueda de la señal más limpia que hará llegar la potente voz de Sinaí producida en la más espesa selva.
Ahora, tenemos la ventaja desde hace tres años, de la ayuda de Jorge Jiménez hijo, quien nos facilita un repetidor y con éste, logramos una señal más limpia desde los puestos de Base Crestones, Barbas de Viejo, Llano Bonito, La Máquina y el Límite; pues todas estas transmisiones viajan hasta el repetidor ubicado en San Pablo de Platanares, de ahí la señal es enviada hasta la cabina principal que está frente a los Crestones se le despierta a uno el gusanillo de la pasión por el Chirripó”. Para Jorge Araya, la transmisión de esta carrera es algo muy especial, “es muy importante porque estamos dando una oportunidad a todos los familiares de tantos atletas, de que se den cuenta por dónde se encuentra el corredor, el trabajo que realizamos nos hace compartir con esa gente que llega a preguntar en cada momento…, el trabajo que ha realizado por tantos años Sinaí es especial, porque es el primer medio que está en vivo desde los puntos exactos donde están pasando los corredores, han sido 8 puestos y para este año serán nueve”, precisó.