Por segundo año consecutivo, Mons. Juan Miguel Castro Rojas, Obispo de la Diócesis de San Isidro, quiso celebrar la novena en honor a San Isidro Labrador junto a los campesinos y trabajadores de nuestra Diócesis, por esta razón, este 4 de mayo ha iniciado un peregrinar que lo llevará a nueve comunidades del sur del país.
Al ser las 9:00 am, Mons. Juan Miguel arribó La Sierra, comunidad del distrito de Platanares, y perteneciente a la parroquia San Rafael Arcángel; ahí, fue recibido con gran entusiasmo por los lugareños, quienes caminaron hasta El Tajo para mostrar cariño al pastor, mediante pancartas, saludos y buenos deseos.

Tras las bendiciones de rutina, la segunda estación sería en el tomatal de Hugo Fernández, ahí le explicaron al Obispo sobre el tiempo de producción y todos los trabajos que deben realizar para enfrentar las plagas y demás cuidados que implican estos cultivos. Luego de intercambiar experiencias y admirar diversos cultivos de la tierra, el prelado bendijo a los presentes y pidió al Todopoderoso buenos precios, que hagan posible el que sean recompensados los productores que se esfuerzan bajo el sol al labrar la tierra de nuestros campos.

Ya cercanos del centro, el encuentro con don Rafael Ávila fue todo un viaje al pasado, a sus 93 años contó a los presentes sobre sus dotes artísticos, piloto de joven y artesano de pasión, mostró con sonrisa contagiosa sus obras maestras: aviones, carros y guitarras son algunas de sus muestras de talento innato, pues como él mismo reitero, sin academia, llegó a alcanzar logros en sus años mozos.

Tras disfrutar del almuerzo y organizarse el desfile de boyeros para su respectiva bendición frente al templo de la comunidad, el obispo fue recibido por don Arnoldo Leiva Acuña, vecino de Mollejones, quien orgullosamente contó que en la década de los 70, fue junto al Obispo de entonces participante de las sesiones de Puebla, importante acontecimiento de la vida eclesial.





