El quinto día de la Visita Pastoral a la Parroquia de Santa María daría inicio con un desayuno en casa de la familia del P. Carlos Valverde Elizondo, actual párroco de Boruca y nativo de esta zona de Copey; tras el diálogo propio del momento y degustar los alimentos, la comitiva del Obispo se dirigió hasta el viñedo ubicado en esta comunidad mariense, donde el prelado pudo conocer pormenores acerca del cultivo, producción y comercialización de este importante fruto y sus derivados.
Tras el tour del viñedo se viajó al Hogar de Ancianos del cantón, donde el Obispo bendijo, saludó y dialogó con los adultos mayores que ahí habitan, compartir que se dio en un clima de profunda libertad, espontaneidad, confianza y capacidad de escucha.
Seguidamente, la agenda les llevó hasta la finca de Cayito y su cafetería, ocasión propicia para acercarse una vez más al proceso del café y descubrir más detalles del vasto mundo de la bebida de este producto. Tras esta visita, tuvo ocasión de compartir con vecinos enfermos, llevando esperanza por medio de la oración y recordando que la enfermedad constituye también parte del proyecto de salvación que el Señor traza en nuestra vida.
Fortalecidos físicamente también por los alimentos compartidos en el almuerzo ofrecido por la familia del alcalde electo para el cantón de Dota, la tarde fue dedicada a visitar pastoralmente las comunidades de San Martín, El Cedral y El Jardín, donde además de celebrar la Eucaristía, el obispo que fue recibido entre signos de alegría por la niñez de la comunidad, aprovechó para dialogar mediante preguntas y respuestas, y conocer así un poco su realidad y visión.
En las Eucaristías, el prelado siempre compartió un mensaje de esperanza, haciendo un fuerte llamado a que “caminemos con humildad, con sencillez reconociendo nuestras faltas, nuestros pecados, pidiéndole perdón a Él que siempre nos va a perdonar; por eso, sigan adelante siendo buenas personas, trabajadoras siempre, que sean personas de mucho bien, sirviendo de la mejor manera a su prójimo”, recalcó.