La Visita Pastoral realizada por Mons. Juan Miguel Castro Rojas a la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria en Potrero Grande del 11 al 17 de marzo del 2024, constituye una oportunidad preciada de compartir fraterno y vida pastoral para el quinto obispo titular de San Isidro; por tanto, hacemos un recorrido por las principales actividades desarrolladas, las impresiones que éstas dejaron en la visión del prelado, retos pastorales y luces en pro de la evangelización.
Llamada a la juventud a optar por los esencial, servir a Cristo en los hermanos:
La Visita Pastoral dio la oportunidad “de visitar los cuatro colegios que hay en la zona, muchos estudiantes en cada uno de ellos, jóvenes enfrentando las diferentes situaciones, tanto de adversidad como de cosas bonitas; por eso, les animé realmente a luchar mucho, especialmente para que no permitan que las drogas le vengan a destruir las vidas y ocasionar mucho daño, que es lo único que ocasiona la droga. También, los invité a que, en medio de todo, Dios sea realmente el centro de sus vidas, les motivé para que lucharan mucho, para que siguieran adelante, para que pusieran todo en manos de Dios, pidiendo que sea Él quien les ayude a hacer todas las cosas siempre de la mejor manera”, precisó el prelado.
En medio de esta misma juventud, Dios sigue llamando a los suyos, por eso se dedicó parte de la agenda para el encuentro vocacional y, “junto con el equipo de Pastoral Vocacional tuvimos un encuentro, donde llegaron unos 60 jóvenes: es una juventud ansiosa de conocer más de Dios, de amar a Dios; por eso, les di una palabra de aliento, de esperanza, y concluimos con la Eucaristía. Les hablé de ver la necesidad de servir a Dios y que, si había jóvenes que querían consagrarse a Dios, que le abrieran el corazón a Él, no hay duda de que Dios les va a conceder siempre lo mejor”, puntualizó el Obispo.
Tierra de gente sencilla, trabajadora y esperanzada aún en medio de las injusticias:
En esta ocasión, el prelado tuvo la oportunidad de estar con campesinos y agricultores, gente sencilla y trabajadora con quienes pude compartir la alegría porque cultivan de todo, es una comunidad parroquial donde se cultiva de todo en las diferentes zonas. “Ahí están los campesinos, trabajando la tierra, llevando alimento a todos nosotros, yo les agradezco muchísimo porque son ellos los que nos alimentan, son ellos los que nos permiten estar aquí, esa es la pura verdad. Pero, por otro lado, de momento se sienten tristes pues no les compran el producto, no se los pagan como deberían de pagarlos, siembran un producto y a la hora de cosecharlos los precios están muy bajos y tienen que pasar por el gran dolor de perder esos productos. Los animé y les di la bendición, y le pedí a Dios que derramara muchas bendiciones sobre toda esa tierra y estas personas humildes y trabajadoras para que puedan obtener lo necesario y puedan llevar el alimento a toda su familia”, acotó el Obispo.
En medio de ese dolor y preocupación en que muchas veces están sumidos, “en esta zona netamente rural y campesina, me alegró mucho poder ver nuevamente algunas personas que me he encontrado en otras ocasiones, así como algunas otras más con emprendimientos, donde estaban ahí luchando por seguir adelante, tienen muchos deseos de trabajar y de hacer las cosas de la mejor manera, son personas rectas, honestas y trabajadoras, pero que las políticas que existen a la hora de vender los productos les ocasiona mucho dolor, mucho desánimo», supo Mons. Castro Rojas.
Parroquia viva con agentes de evangelización comprometidos:
Con gozo y gran esperanza también el Obispo Diocesano pudo encontrarse con muchos agentes de evangelización de los diversos sectores de la parroquia, ésta es una parroquia activa, tenemos que orar para que siga siendo muy evangelizada, con muchas personas dispuestas a seguir trabajando, conociendo más de Dios y de la Iglesia; su compromiso se nota en muchos signos, como son los esfuerzos que se realizan en la comunidad de San Carlos donde sueñan con su nuevo templo y a quienes pude visitar y bendecir durante la jornada, o la gran responsabilidad con que los Consejos de Evangelización y Económico han asumido su misión de administrar y llevar el Evangelio; sin duda: “me encontré un Consejo Económico muy ordenado […] y junto al Consejo de Evangelización están los padres, con intentos de evangelizar la parroquia muy animados”, recordó Mons. Castro.
Adultos y niños peregrinos en la parroquia:
La Visita Pastoral sirvió también para poder encontrarse con la sabiduría y la quietud reflexiva de los adultos mayores, “personas ya maduras pero muy llenas de fe, así lo pude percibir, personas que le han abierto sus vidas a Dios y cuentan con una experiencia increíble, yo les decía que la experiencia de ellos como adultos es un tesoro, que todos los que vienen detrás de ellos aún no han tenido la oportunidad de pasar por donde ya ellos pasaron. Ellos no estorban en la sociedad, más bien, tienen una palabra muy importante que decirnos a todos. Les dije que siguieran adelante, que dieran ese testimonio como lo están dando y que Dios les iba a bendecir en todo momento”, argumentó el Obispo.
Al otro lado del camino, el prelado pudo encontrarse con los niños, «me los encontré en muchos momentos, en las diferentes celebraciones y especialmente en la actividad de cierre a nivel del centro parroquial mediante la convocatoria de la catequesis», donde con gran alegría compartieron entre dulces y helados antes de la vivencia de la Eucaristía; a ellos, “les hablé del respeto a la vida, de amar a los papás y al prójimo, de amar a todas las personas”.
Jesús Eucaristía bendición y consuelo para todo un pueblo:
Con una caravana eucarística, el traslado de Jesús Eucaristía por todas las calles y barrios del Centro Parroquial de Potrero Grande fue una bendición, “fuimos bendiciendo las familias, bendiciendo los barrios y animando a las personas en las casas, donde había un enfermo nos detuvimos. Les llevé a Jesús Eucaristía, les di la bendición y oré por ellos”. Con Jesús en nuestras manos, “son momentos en donde tenemos que solidarizarnos aún más con esos enfermos, visité uno que está en fase terminal, él estaba emocionado profundamente, cuando abrió su corazón al Señor y se abandonó totalmente a Él. Es encontrarse con el dolor, con el sufrimiento, pero también es ocasión para poder aportar una palabra de esperanza en esos momentos difíciles por los cuales una persona pasa, y estamos llamados como cristianos católicos a tenderle la mano a esas personas que sufren y que se encuentran solas. Visitamos muchas familias, pasamos por las calles durante dos horas dando la bendición a todas las personas; no dudo que la presencia del Señor viene a fortalecer en la fe y animar todas estas familias”, indicó.
A modo de conclusión:
- Animar a los sacerdotes, el P. Jorge Alex Ortiz Bonilla y al P. José Manuel Herrera Vargas, “a seguir adelante trabajando como lo están haciendo, lo hacen con mucho amor, con mucha alegría, con mucha fuerza. Tienen muchos deseos de seguir sirviendo y seguir trabajando. Estuvieron muy atentos, agradezco muchísimo su generosidad y atención, me sentí muy, pero muy acogido. Que esa alegría que tienen de servir no se les apague, sino que todo lo contrario todos los días puedan entregarse con más ardor y más deseos”.
- “Mi más sincero deseo es que el centro de Potrero Grande se pueda evangelizar y sobre todo que sean adoradores eucarísticos. Por eso, en los distintos momentos les animé a participar de la Eucaristía, les animé para que no dejen de llegar, para que participen de la adoración eucarística, porque ante su presencia se sana todo, y que sea el Señor quien les siga dando fe y esperanza a todas esas personas”.
- Finalmente, “ésta es una parroquia con personas cuyo deseo es seguir colaborando, les animo para que junto con los sacerdotes trabajen en una Iglesia en salida, en sinodalidad, que es lo que se nos está pidiendo ahora. Los animo para que trabajen juntos, sacerdotes y laicos, pues no podemos cruzarnos de brazos ante tanta realidad y situaciones difíciles que hay a nuestro alrededor”.
Mons. Juan Miguel Castro Rojas, V Obispo de la Diócesis de San Isidro, concluyo esta Visita Pastoral, pidiendo el auxilio divino para este pueblo, “Dios los bendiga mucho”.