De izquierda a derecha. De pie: Francklin Granados, Juan Méndez, Jorge Araya, Jorge Juan Jiménez, Wilberth Mena, Gerardo Mena y Gerardo Sobrado. De cuclillas: Antonio Guadamuz, Álvaro Arias, Tony Méndez, Francisco Barboza, y Mario Méndez.
Una tarde algunos compañeros de Sinaí pensamos en lo lindo que sería poder reunir aquellas grandes voces que por años marcaron a la emisora; y así, inició un sueño, desconociendo en mucho los alcances sentimentales e históricos propusimos tímidamente aquella idea a Tony Méndez con ocasión del mismo aniversario, quien gustosamente apadrinó el deseo y lo forjó con gran ahínco.
Hoy, 9 de junio al cumplirse la hora del tan esperado Tiempo de Tertulia, se hizo realidad lo que para mí era un sueño, para quienes nos visitaban una mezcla de sentimientos, para nuestros oyentes la magia que eriza la piel al escuchar voces que calan el alma y para el actual personal de Sinaí auténticas enciclopedias de anécdotas, experiencias y sabiduría.
Las instalaciones de Radio Sinaí se convirtieron una vez más en el hogar de estos grandes personajes, daba gusto ver a los primeros cuando ingresando en la cabina no sabían si mirar los equipos, contar anécdotas, tomar una foto o simplemente dejar volar la imaginación mientras en el corazón recordaban tanta pasión y vida.
Ya al aire, la 103.9 FM emitió en voz del actual director el agradecimiento más sincero por la presencia de quienes forman esa gran familia Sinaí, “gracias Tony y gracias a todos ustedes, es muy importante este momento porque es mucha historia la que ustedes pueden regalarnos, ésta es su casa y por eso de verdad les digo gracias por venir, y que sea un momento muy agradable”, alentó el Padre Quirós López.
Fue entonces el momento precisó para que los radioescuchas pudieran volver a percibir aquellas voces que los años no borran, aquellas voces que marcaron la historia de esta emisora y que hicieron vibrar a pequeños y grandes…, Francklin Granados, Gerardo Humberto Mena Ureña, Mario Méndez, Wilberth Mena, Jorge Juan Jiménez Rojas, Antonio Guadamuz el Alcón Nocturno como se le conoció, Francisco Barboza, Alvarito Arias, Jorge Araya, Minor Romero, Gerardo Sobrado y Juan Méndez hicieron de las suyas con sus anécdotas, mientras el Sr. Tony Méndez con gran atino indicaba que desde el cielo “el Padre Coto estará muy feliz de vernos aquí”.
Pero también felices estaban los estimados oyentes que no se detuvieron en su intento de ingresar por las líneas telefónicas, la mensajería de texto, la plataforma de whatsapp y el mismo facebook con la intención de expresar lo que este especial programa provocaba en ellos. En la otra acera, los personajes de la tarde no cesaban de manifestar su gratitud ante este hecho sin precedentes, “me siento honrado y muy feliz de estar esta tarde y compartir con colegas, amigos y compañeros de sangre nueva…”, precisó el muy reconocido Mario Méndez.
Jorge Juan Jiménez, luego de agradecer la deferencia tenida para con ellos en el marco de este 60 Aniversario, llenó de alegría la sala cuando con Pituco, su particular personaje creado por medio de la voz, formuló una jocosa historia con tintes picantes pero con tremenda fineza, la cual provocó la alegría expresada en espontáneas risas, tanto en los presentes como en los radioescuchas.
Chalío, al tomar el micrófono no dudó en repetir aquella gran identificación del TIGJ, sin ocultar la tremenda alegría por tener la preciada ocasión de nuevamente hacerlo, luego del largo viaje desde Puerto Jiménez hasta las actuales instalaciones de Radio Sinaí. Y agradeciendo al Padre Elí por la invitación, indicó: “al mirar un director, siempre tendré en el corazón al Padre Coto, director de aquellos años y para mí, un padre”.
Posteriormente, Francisco Barboza recordó lo difícil que era en aquel tiempo reunir las condiciones para tocar la puerta del Padre Coto y solicitar un espacio en la prestigiosa Sinaí; mientras Antonio Guadamuz quien viajó desde San Vito, mostró alegría al saberse recordado a pesar del paso de los años. Wilberth Mena, agradeció la iniciativa del encuentro y trajo a la memoria a Denís Cordero (qdDg) quien por muchos años sirvió en la emisora; mientras Minor Romero recordó el fatídico accidente en que perdió la vida Luis Salas Méndez aquel 6 de septiembre de 1987.
Jorge Araya, quien aún conduce el espacio Mi Pueblo Canta, se mostró contento por la oportunidad de encontrarse y poder compartir tantos recuerdos. Entre esos recuerdos, particular importancia tuvo el pensamiento hacia Gonzalo “Chalito” Boza quien siendo el primer locutor, se hizo formador de muchos otros que también acariciaron en el tiempo los micrófonos de Radio Sinaí, así como los esfuerzos realizados por éste para suplir de electricidad el tímido transmisor de aquella época.
También tuvimos la dicha de contar con Gerardo Sobrado, quien por muchos años fue el técnico de Radio Sinaí y quien fuera encargado de proyectar la emisora a nivel nacional, durante su intervención indicó: “me siento muy feliz de ver caras conocidas y ver tanta historia de la radiodifusión, este aniversario es un gran acontecimiento… y yo puedo contar los esfuerzos técnicos para dejar de ser una emisora regional y pasar a ser nacional…; así, nos dimos a la tarea con estos muchachos llenos de carisma y cargando enormes piezas por más de un kilómetro, llegamos a armar aquellos nuevos equipos, y la sorpresa fue grande por la gran cantidad de reportes, eso sorprendió a todos…, y luego con ayuda de Radio Fides se pudo llegar hasta el Volcán Irazú”.
Así, la hora y media del famoso programa se fue consumiendo, pero una de las anécdotas narradas que más me impactó estuvo a cargo de don Gerardo Sobrado, él mismo indica que esta experiencia “me movió la fe, es algo increíble que me sucedió; estando yo arriba en la torre del Volcán Irazú, debajo de una lluvia y con rayería, y no es lo más conveniente estar en una torre cuando hay rayería, con costos podía tomar una llave para orientar la antena de un enlace, y ya casi al borde de la desesperación, me agarré de la torre y le dije: Señor ayúdame, realmente tú sabes que esto no es para mí sino para difundir tu Palabra…; ha dejado de llover, se hizo un banco de neblina al lado abajo de donde yo estaba y salió el sol y se hizo un arcoíris, pude ver el poder de Dios”.
Luego de aquel gran testimonio, Mario Méndez con su potente voz, atinadamente indicó que “cada uno en su época, en su momento, ha dado un gran aporte para la creación y surgimiento, levantamiento y progreso de esta emisora, las cosas de Dios siempre cuestan; y cada uno, desde la época del Padre Jiménez para acá, cada uno ha puesto un grano de arena inmenso para que esto sea lo que hoy es… todos en su época y los que están ahora, han hecho una gran labor y todo esto es para la gloria de Dios, todos merecen el reconocimiento y el aplauso al poner el grano de arena”.
Y es que en verdad cada época ha tenido su gran aporte, de eso nos daba testimonio don Gerardo Humberto Mena, al recordar aquellos discos que recibió Radio Sinaí en la década de los setenta de SPS que era la Compañía de Discos Centroamericana, y en los que se podía leer: “a Radio Sinaí, la mejor emisora regional de Centroamérica y la mejor musicalizada en su programación”; por eso indicó: “es lindo saber que se pasó por una empresa y se quedó en la mente de más de uno, agradezco de haber estado acá…, esta emisora algún día nació y queda en manos de Dios”.
Luego de cantar cumpleaños a la emisora junto al pastel que patrocinó Super Pan, el Padre Elí Quirós agradeció y les dijo a los presentes que “la radio sigue con ustedes, estén donde estén la radio está con ustedes, lo mejor que nos han enseñado es la comunión que hay y es hermoso poder verles felices y realizados”.
Finalmente, Mario Méndez actual locutor de Radio Columbia, agradeció a Dios y al Padre Elí por este encuentro, “demos un aplauso de todo corazón a Dios y a María santísima por esta oportunidad, y a la iniciativa del Padre Elí, padre muchísimas gracias y creo que merece un aplauso”, puntualizó. Así, en un clima de verdadera familia, familia que dejó su mayor y mejor esfuerzo por construir con el corazón lo que hoy es la radio, todos partimos con el deseo de volvernos a encontrar.